Por la señal… Señor mío, Jesucristo… Rezar a continuación las 14 estaciones.
I. ESTACIÓN.
Jesús condenado a muerte. ¡Jesús mío, condenado en vez de mi: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
II. ESTACIÓN.
Jesús cargado con la Cruz. ¡Jesús mío, cargado con mis pecados para descargarme de ellos: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
III. ESTACIÓN.
Primera caída del Señor. ¡Jesús mío, sucumbiendo bajo el peso de mis pecados para expiarlos: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
IV ESTACIÓN.
Jesús encuentra a su Santísima Madre. ¡Jesús mío, encontrando a vuestra angustiada Madre: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
V. ESTACIÓN.
El Cirineo ayuda a Jesús. ¡Jesús mío, invitándome a participar de vuestra Cruz: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
VI. ESTACIÓN.
La Verónica enjuga el rostro del Señor. ¡Jesús mío, con el rostro manchado de inmundas salivas para expiar mi orgullo: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
VII. ESTACIÓN.
Jesús cae por segunda vez. ¡Jesús mío, sucumbiendo otra vez para enseñarme a levantar después de las caídas: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
VIII. ESTACIÓN.
Jesús habla a las mujeres. ¡Jesús mío, consolando a las mujeres de Israel, que, llorando, os seguían: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
IX. ESTACIÓN.
El Señor cae por tercera vez. ¡Jesús mío, sucumbiendo de nuevo al pensar en mis ingratitudes: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
X. ESTACIÓN.
Desnudan al Señor. ¡Jesús mío, despojado de vuestras vestiduras para expiar mis sensualidades: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
XI. ESTACIÓN.
Jesús clavado en la Cruz. ¡Jesús mío, clavado en la Cruz para expiar mis malas acciones: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
XII. ESTACIÓN.
Muere Jesús en la Cruz. ¡Jesús mío muerto en la Cruz para abrirme el Paraíso: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
XIII ESTACIÓN
Colocan a Jesús en los brazos de su Madre. ¡Jesús mío, depuesto en los brazos de vuestra afligida Madre: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
XIV. ESTACIÓN.
El Señor es sepultado. ¡Jesús mío, encerrado entonces en el sepulcro y ahora en el Tabernáculo: misericordia!. Padrenuestro, Avemaría.
ORACIÓN FINAL. Dígnate, Señor, mirar por esta tu familia, por la cual nuestro Señor Jesucristo no vaciló ser entregado en manos de los malvados y sufrir el suplicio de la Cruz. Por nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Terminar rezando un Padrenuestro, Avemaría y Gloria por las intenciones del Sumo Pontífice.
Estos son los tres grados de la imitación perfecta con Jesucristo a que debe aspirar el cristiano: 1º aceptar la cruz con resignación; 2º llevarla con sumisión; 3º abrazarla con fe y amor.