• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
Sercatolico

Sercatolico

MENUMENU
  • Actualidad
  • Devocionario
    • Sagrada Eucaristía
    • Devoción a la Santísima Trinidad
    • Devoción a Dios Padre
    • Devoción a Nuestro Señor Jesucristo
    • Devoción al Espíritu Santo
    • Devoción a la Virgen María
    • Devoción a San José
    • Devociones varias
    • Devociones para estos tiempos de tribulación
  • Nuestra Fe
    • Biblia
      • Vaticana
    • Vida de Jesús
    • Catecismo católico 1997
    • Código de derecho canónico
    • Lecturas varias
Portada » Salmo 86

Salmo 86

29 de octubre de 2013 by tobiaswolf

SALMO 86

 

1 Oración de David.

 

Inclina tu oído, Señor, respóndeme,

 

porque soy pobre y miserable;

 

2 protégeme, porque soy uno de tus fieles,

 

salva a tu servidor que en ti confía.

 

3 Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor,

 

porque te invoco todo el día;

 

4 reconforta el ánimo de tu servidor,

 

porque a ti, Señor, elevo mi alma.

 

5 Tú, Señor, eres bueno e indulgente,

 

rico en misericordia con aquellos que te invocan:

 

6 ¡atiende, Señor, a mi plegaria,

 

escucha la voz de mi súplica!

 

7 Yo te invoco en el momento de la angustia;

 

porque tú me respondes.

 

8 No hay otro dios igual a ti, Señor,

 

ni hay obras como las tuyas.

 

9 Todas las naciones que has creado

 

vendrán a postrarse delante de ti

 

y glorificarán tu Nombre, Señor.

 

10 porque tú eres grande, Dios mío,

 

y eres el único que hace maravillas.

 

11 Indícame tu camino, Señor,

 

para que yo viva según tu verdad;

 

orienta totalmente mi corazón

 

al temor de tu Nombre.

 

12 Te daré gracias, Dios mío, de todo corazón,

 

y glorificaré tu Nombre eternamente;

 

13 porque es grande el amor que me tienes,

 

y tú me libraste del fondo del Abismo.

 

14 Dios mío, los orgullosos se levantaron contra mí,

 

y una banda de forajidos atenta contra mi vida

 

sin preocuparse para nada de ti.

 

15 Pero tú, Señor, Dios compasivo y bondadoso,

 

lento para enojarte, rico en amor y fidelidad,

 

16 vuelve hacia mí tu rostro y ten piedad de mí;

 

fortalece a tu servidor,

 

salva a tu hijo de tu servidora.

 

17 Dame una prueba de tu bondad,

 

para que mis adversarios queden confundidos,

 

al ver que tú, Señor, eres mi ayuda y mi consuelo.

Publicado en: Salmos

© Copyright - Ser Catolico a - Información Legal - Política de Privacidad - Mapa Web