• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
Sercatolico

Sercatolico

MENUMENU
  • Actualidad
  • Devocionario
    • Sagrada Eucaristía
    • Devoción a la Santísima Trinidad
    • Devoción a Dios Padre
    • Devoción a Nuestro Señor Jesucristo
    • Devoción al Espíritu Santo
    • Devoción a la Virgen María
    • Devoción a San José
    • Devociones varias
    • Devociones para estos tiempos de tribulación
  • Nuestra Fe
    • Biblia
      • Vaticana
    • Vida de Jesús
    • Catecismo católico 1997
    • Código de derecho canónico
    • Lecturas varias
Portada » Salmo 71

Salmo 71

29 de octubre de 2013 by tobiaswolf

SALMO 71

 

1 Yo me refugio en ti, Señor,

 

¡que nunca tenga que avergonzarme!

 

2 Por tu justicia, líbrame y rescátame,

 

inclina tu oído hacia mí, y sálvame.

 

3 Sé para mí una roca protectora,

 

tú que decidiste venir siempre en mi ayuda,

 

porque tú eres mi Roca y mi fortaleza.

 

4 ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío,

 

de las garras del malvado y del violento!

 

5 Porque tú, Señor, eres mi esperanza

 

y mi seguridad desde mi juventud.

 

6 En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre;

 

desde el seno materno fuiste mi protector,

 

y mi alabanza está siempre ante ti.

 

7 Soy un motivo de estupor para muchos,

 

pero tú eres mi refugio poderoso.

 

8 Mi boca proclama tu alabanza

 

y anuncia tu gloria todo el día.

 

9 No me rechaces en el tiempo de mi vejez,

 

no me abandones, porque se agotan mis fuerzas;

 

10 mis enemigos hablan contra mí,

 

y los que me acechan se confabulan, diciendo:

 

11 «Dios lo tiene abandonado: persígnalo,

 

captúrenlo, porque no hay nadie quien lo libre».

 

12 ¡Oh Dios, no te quedes lejos de mí;

 

Dios mío, ven pronto a socorrerme!

 

13 ¡Queden confundidos y humillados

 

los que atentan contra mi vida! ¡Queden cubiertos de oprobio y de vergüenza

 

los que buscan mi perdición!

 

14 Yo, por mi parte, seguiré esperando

 

y te alabaré cada vez más.

 

15 Mi boca anunciará incesantemente

 

tus actos de justicia y salvación,

 

aunque ni siquiera soy capaz de enumerarlos.

 

16 Vendré a celebrar las proezas del Señor,

 

evocaré tu justicia, que es sólo tuya.

 

17 Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud,

 

y hasta hoy he narrado tus maravillas.

 

18 Ahora que estoy viejo y lleno de canas,

 

no me abandones, Dios mío,

 

hasta que anuncie las proezas de tu brazo

 

a la generación que vendrá.

 

19 Tu justicia llega hasta el cielo, oh Dios:

 

tú has hecho grandes cosas,

 

y no hay nadie igual a ti, Dios mío.

 

20 Me hiciste pasar por muchas angustias,

 

pero de nuevo me darás la vida;

 

me harás subir de lo profundo de la tierra,

 

21 acrecentarás mi dignidad

 

y volverás a consolarme.

 

22 Entonces te daré gracias con el arpa,

 

por tu fidelidad, Dios mío;

 

te cantaré con la cítara,

 

a ti, el Santo de Israel.

 

23 Mis labios te cantarán jubilosos,

 

y también mi alma, que tú redimiste.

 

24 Yo hablaré de tu justicia todo el día,

 

porque quedarán confundidos y avergonzados

 

los que buscan mi perdición.

Publicado en: Salmos

© Copyright - Ser Catolico a - Información Legal - Política de Privacidad - Mapa Web