• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
Sercatolico

Sercatolico

MENUMENU
  • Actualidad
  • Devocionario
    • Sagrada Eucaristía
    • Devoción a la Santísima Trinidad
    • Devoción a Dios Padre
    • Devoción a Nuestro Señor Jesucristo
    • Devoción al Espíritu Santo
    • Devoción a la Virgen María
    • Devoción a San José
    • Devociones varias
    • Devociones para estos tiempos de tribulación
  • Nuestra Fe
    • Biblia
      • Vaticana
    • Vida de Jesús
    • Catecismo católico 1997
    • Código de derecho canónico
    • Lecturas varias
Portada » Salmo 66

Salmo 66

29 de octubre de 2013 by tobiaswolf

SALMO 66

 

1 Del maestro de coro. Canto. Salmo.

 

¡Aclame a Dios toda la tierra!

 

2 ¡Canten la gloria de su Nombre!

 

Tribútenle una alabanza gloriosa,

 

3 digan a Dios: «¡Qué admirables son tus obras!».

 

Por la inmensidad de tu poder,

 

tus enemigos te rinden pleitesía;

 

4 toda la tierra se postra ante ti,

 

y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.

 

5 Vengan a ver las obras de Dios,

 

las cosas admirables que hizo por los hombres:

 

6 él convirtió el Mar en tierra firme,

 

a pie atravesaron el Río.

 

Por eso, alegrémonos en él,

 

7 que gobierna eternamente con su fuerza;

 

sus ojos vigilan a las naciones,

 

y los rebeldes no pueden sublevarse.

 

8 Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,

 

hagan oír bien alto su alabanza:

 

9 él nos concedió la vida

 

y no dejó que vacilaran nuestros pies.

 

10 Porque tú nos probaste, oh Dios,

 

nos purificaste como se purifica la plata;

 

11 nos hiciste caer en una red,

 

cargaste un fardo sobre nuestras espaldas.

 

12 Dejaste que cabalgaran sobre nuestras cabezas,

 

pasamos por el fuego y por el agua,

 

¡hasta que al fin nos diste un respiro!

 

13 Yo vengo a tu Casa a ofrecerte holocaustos,

 

para cumplir los votos que te hice:

 

14 los votos que pronunciaron mis labios

 

y que mi boca prometió en el peligro.

 

15 Te ofreceré en holocausto animales cebados,

 

junto con el humo de los carneros;

 

te sacrificaré bueyes y cabras.

 

16 Los que temen a Dios, vengan a escuchar,

 

yo les contaré lo que hizo por mí:

 

17 apenas mi boca clamó hacia él,

 

mi lengua comenzó a alabarlo.

 

18 Si hubiera tenido malas intenciones,

 

el Señor no me habría escuchado;

 

19 pero Dios me escuchó

 

y atendió al clamor de mi plegaria.

 

20 Bendito sea Dios,

 

que no rechazó mi oración

 

ni apartó de mí su misericordia.

Publicado en: Salmos

© Copyright - Ser Catolico a - Información Legal - Política de Privacidad - Mapa Web