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Portada » Salmo 28

Salmo 28

29 de octubre de 2013 by tobiaswolf

SALMO 28

 

1 De David.

 

Yo te invoco, Señor;

 

tú eres mi Roca, no te quedes callado,

 

porque si no me respondes,

 

seré como los que bajan al sepulcro.

 

2 Oye la voz de mi plegaria,

 

cuando clamo hacia ti,

 

cuando elevo mis manos hacia tu Santuario.

 

3 No me arrastres con los malvados

 

ni con los que hacen el mal:

 

con los que hablan de paz a su prójimo,

 

mientras su corazón está lleno de maldad.

 

4 Trátalos conforme a sus acciones,

 

como corresponde a su mala conducta;

 

trátalos según la obra de sus manos,

 

págales su merecido.

 

5 Ellos no valoran lo que hace el Señor

 

ni la obra de sus manos:

 

por eso él los derribará

 

y no volverá a edificarlos.

 

6 Bendito sea el Señor,

 

porque oyó la voz de mi plegaria;

 

7 el Señor es mi fuerza y mi escudo,

 

mi corazón confía en él.

 

Mi corazón se alegra porque recibí su ayuda:

 

por eso le daré gracias con mi canto.

 

8 El Señor es la fuerza de su pueblo,

 

el baluarte de salvación para su Ungido.

 

9 Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia;

 

apaciéntalos y sé su guía para siempre.

Publicado en: Salmos

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