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Portada » Salmo 22

Salmo 22

29 de octubre de 2013 by tobiaswolf

SALMO 22

 

1 Del maestro de coro. Según la melodía de «La cierva de la aurora». Salmo de David.

 

2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

 

¿Por qué estás lejos de mi clamor y mis gemidos?

 

3 Te invoco de día, y no respondes,

 

de noche, y no encuentro descanso;

 

4 y sin embargo, tú eres el Santo,

 

que reinas entre las alabanzas de Israel.

 

5 En ti confiaron nuestros padres:

 

confiaron, y tú los libraste;

 

6 clamaron a ti y fueron salvados,

 

confiaron en ti y no quedaron defraudados.

 

7 Pero yo soy un gusano, no un hombre;

 

la gente me escarnece y el pueblo me desprecia;

 

8 los que me ven, se burlan de mí,

 

hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:

 

9 «Confió en el Señor, que él lo libre;

 

que lo salve, si lo quiere tanto».

 

10 Tú, Señor, me sacaste del seno materno,

 

me confiaste al regazo de mi madre;

 

11 a ti fui entregado desde mi nacimiento,

 

desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios.

 

12 No te quedes lejos, porque acecha el peligro

 

y no hay nadie para socorrerme.

 

13 Me rodea una manada de novillos,

 

me acorralan toros de Basán;

 

14 abren sus fauces contra mí

 

como leones rapaces y rugientes.

 

15 Soy como agua que se derrama

 

y todos mis huesos están dislocados;

 

mi corazón se ha vuelto como cera

 

y se derrite en mi interior;

 

16 mi garganta está seca como una teja

 

y la lengua se me pega al paladar.

 

17 Me rodea una jauría de perros,

 

me asalta una banda de malhechores;

 

taladran mis manos y mis pies

 

16c y me hunden en el polvo de la muerte.

 

18 Yo puedo contar todos mis huesos;

 

ellos me miran con aire de triunfo,

 

19 se reparten entre sí mi ropa

 

y sortean mi túnica.

 

20 Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

 

tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme

 

21 Libra mi cuello de la espada

 

y mi vida de las garras del perro.

 

22 Sálvame de la boca del león,

 

salva a este pobre de los toros salvajes.

 

23 Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,

 

te alabaré en medio de la asamblea:

 

24 «Alábenlo, los que temen al Señor;

 

glorifíquenlo, descendientes de Jacob;

 

témanlo, descendientes de Israel.

 

25 Porque él no ha mirado con desdén

 

ni ha despreciado la miseria del pobre:

 

no le ocultó su rostro

 

y lo escuchó cuando pidió auxilio»

 

26 Por eso te alabaré en la gran asamblea

 

y cumpliré mis votos delante de los fieles:

 

27 los pobres comerán hasta saciarse

 

y los que buscan al Señor lo alabarán.

 

¡Que sus corazones vivan para siempre!

 

28 Todos los confines de la tierra

 

se acordarán y volverán al Señor;

 

todas las familias de los pueblos

 

se postrarán en su presencia.

 

29 Porque sólo el Señor es rey

 

y él gobierna a las naciones.

 

30 Todos los que duermen en el sepulcro

 

se postrarán en su presencia;

 

todos los que bajaron a la tierra

 

doblarán la rodilla ante él,

 

y los que no tienen vida

 

31 glorificarán su poder.

 

Hablarán del Señor a la generación futura,

 

32 anunciarán su justicia a los que nacerán después,

 

porque esta es la obra del Señor.

Publicado en: Salmos

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