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Portada » Mensaje del 24 de julio de 1975

Mensaje del 24 de julio de 1975

14 de junio de 2021 by tobiaswolf

Mensaje del 24 de julio de 1975

Sereno en este reposo tuyo.

«Entra, hijo mío amadísimo, en este Corazón Inmaculado: que es el lugar de tu reposo. Estos días pásalos siempre Conmigo, en mi compañía. También este año te he querido aquí: con estos hijitos míos, humanamente un poco frágiles y más necesitados y, por tanto, más amados de mi Corazón. Se sólo y siempre mi niño, necesitado de todo, que gusta recibir con sencillez todo de Mí… Este mi modo de hablarte podrá suscitar extrañeza en los grandes, pero es tan natural y sencillo para mis niños. El sol, el mar, la naturaleza: todo es don para ti de tu Padre Celestial; todo ha sido santificado por la presencia y por la alegría de mi Hijo Jesús. En los momentos de desconsuelo, cuánto ha reconfortado al Corazón de mi Hijo esta naturaleza como postrada a sus pies: el sol con su luz, el dulce campo de Galilea con sus flores, con sus cantos, con sus mieses caldeadas y doradas; el dulce espejo del gran lago. Todo se ha hecho como voz para la gran oración de mi Hijo Jesús, para su ardiente sed de soledad, y su natural deseo de vivir en compañía con el Padre. Cuántos hoy, en estas playas, viven olvidados de Dios inmersos en un nuevo paganismo y le ofenden, ingratos a este gran don suyo. Más aquí en estos mismos lugares, algunos hijos míos lo aman y lo consuelan. Tu presencia, hijo mío, debe ser como una reparación . Debe ser, por tanto, una presencia de amor y de oración, de vida Conmigo. Así es hoy la presencia en el mundo de los Sacerdotes de mi Movimiento, consagrados a mi Corazón Inmaculado y ofrecidos por Mí al Padre como signo de reparación. Por eso, cuanto más aumente el pecado, tanto más crecerá su amor a Dios, cuanto más el fango inunde todas las cosas, tanto más limpia y esplendorosa será su pureza; cuanto más se propague la apostasía, tanto más heroico será su testimonio de fe, hasta el derramamiento de la sangre. Así serán signo de reparación: por su amor, por su fidelidad, por su pureza. Y sucederá que por estos hijitos míos, consagrados a mi Corazón, el mal no prevalecerá; al contrario, será al final derrotado. Con este objetivo han sido todos ellos elegidos por Mí y preparados para esta gran purificación de la tierra. Desde este lugar bendigo a todos con gran abundancia de gracia, con tu Director espiritual que he puesto a tu lado y que cada vez hago instrumento más dócil en mis manos para mis designios, con todos estos mis pequeños niños que te hacen compañía. Ora, reposa, trabaja, ama: también estos días forman parte de un gran designio mío sobre ti. Entra entonces sereno en este reposo tuyo.»

 
 

Publicado en: 1975

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