ACTO DE CONSAGRACIÓN
Amabilísimo Niño Jesús de Praga, aclamado por todos como milagroso por los innumerables y extraordinarios favores que concedéis a cuantos os invocan. Cautiva nuestra alma de tus divinos hechizos de niño, nunca te olvidará y se acoge hoy bajo tu manto de Rey para gozar de la paz que nos tienes prometida, y allí poder recibir tu bendición, que como de Dios, la hará crecer en santidad y virtudes. Por eso nos consagramos rendidamente a tu santo servicio; seremos devotos fervientes de Praga. Hijos de tu amor, responderemos a tu predilección por nuestras almas, ofreciéndote desde ahora y para siempre cuanto somos, cuanto anhelamos; la vida de nuestros sentidos, las aspiraciones de nuestro corazón, los amores de nuestras almas que te pertenecen por derecho de filiación y deuda de conquista, al crearnos y redimirnos.
Niño Divino, Rey de Praga, Dios de la Infancia. Recibe nuestro ofrecimiento, hazlo eficaz con tu poder infinito para ser tuyos por siempre en la tierra y en el cielo. Así sea.