Bendíceme, Niño Jesús y ruega por mi sin cesar. Aleja de mí, hoy y siempre el pecado. Si tropiezo, tiende tu mano hacia mi. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si me dejas Niño, ¿Qué será de mi? En los peligros del mundo asísteme. Quiero vivir y morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír. Mírame con compasión, no me dejes Jesús mío. Y, al final, sal a recibirme y llévame junto a Ti. Tu bendición me acompañe hoy y siempre. Amén. Aleluya.
Rezar un Gloria.